A lo cual respondió Azarías, sumo sacerdote, de la casa de Sadoc, y dijo: Desde que se comenzaron a traer las ofrendas a la Casa de Jehová, ha habido bastante para comer, y para saciarnos, y para que sobre muchísimo; porque Jehová ha bendecido a su pueblo: y lo sobrante es esta gran cantidad.
Y su simiente será conocida entre las naciones, su linaje también en medio de los pueblos; cuantos los vieren, los reconocerán, que son ellos la simiente que ha bendecido Jehová.
¡Pueblo mío, acuérdate de lo que consultó hacer Balac rey de Moab, y de lo que le respondió Balaam hijo de Beor; de lo que aconteció desde Sitim hasta Gilgal: para que conozcáis las misericordías de Jehová!
He aquí un pueblo salido de Egipto, y que cubre la haz de la tierra. Ahora pues ven, maldícemele; quizás podré así pelear contra él y arrojarle del país.
Ahora pues, ruégote vengas y me maldigas a esta gente, porque es demasiado fuerte para mí; quizás así prevaleceré, y podremos batirla, y lograré arrojarla del país: porque sé que aquel que tú bendijeres es bendito, y aquel que tú maldijeres es maldito.
Luego Balaam dijo a Balac: Ponte junto a tu holocausto, en tanto que yo me vaya; por si acaso Jehová viniere a mi encuentro: y cualquiera cosa que él me revelare, te lo avisaré. Se fué pues al páramo.
Y estando él sentado en el tribunal, su mujer le envió recado, diciendo: Nada tengas que ver con ese justo; porque he padecido muchas cosas hoy en sueños a causa de él.
¶¡Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, el cual nos ha bendecido en Cristo con toda suerte de bendiciones espirituales, en las regiones celestiales;
Porque Jehová tu Dios te ha bendecido, oh Israel, en toda obra de tus manos: pues él se ha hecho cargo de tu viaje por este gran desierto; estos cuarenta años Jehová tu Dios ha estado contigo, y ninguna cosa te ha hecho falta.
¡Dichoso eres, oh Israel! ¡quién como tú, oh pueblo salvado en Jehová, el escudo de tu auxilio, que también es la espada de tu grandeza! Más tus enemigos despavoridos te dirán lisonjas serviles. mientras que tú andarás triunfante sobre sus alturas.