¿Y por qué nos hicisteis subir de Egipto, para traernos a este lugar detestable? ¡No es lugar de sementeras, ni de higueras, ni de viñas, ni de granados; y ni aun hay agua para beber!
Anda y clama a oídos de Jerusalem, diciendo: Así dice Jehová: Acuérdome a tu favor, de la ternura de tu juventud, del amor de tus desposorios, cuando me seguiste por el desierto, en una tierra que no se sembraba.
Y no dijeron: ¿Dónde está Jehová, el que nos hizo subir de la tierra de Egipto, el que nos condujo por el desierto, por una tierra de yermos y de hoyos, por una tierra de sequía y de sombra de muerte, tierra por donde nadie pasa, y donde ningún hombre habita?
Ni tampoco nos has traído a una tierra que mana leche y miel; ni nos has dado posesiones de campos y de viñas. ¿Acaso quieres sacar los ojos a estos hombres? ¡No iremos!
Aarón será agregado a su pueblo aquí, porque no podrá entrar en la tierra que he dado a los hijos de Israel; por cuanto fuisteis rebeldes a mis órdenes junto a las aguas de Meriba.
por cuanto fuisteis rebeldes a mis órdenes en el desierto de Zin, en aquella contienda de la Congregación, no santificándome delante de los ojos de ellos, en el asunto de las aguas. Estas son las aguas de Meriba-cades, en el desierto de Zin.
el cual te condujo por aquel desierto tan grande y tan espantoso, de serpientes ardientes y escorpiones, y de sequía, en donde no hay aguas; el cual sacó para ti aguas de la roca durísima;