y les decían los hijos de Israel: ¡Ojalá hubiéramos muerto a manos de Jehová en la tierra de Egipto, cuando nos sentábamos junto a las ollas de carne, y cuando comíamos pan hasta la saciedad! porque nos habéis sacado a este desierto para matar de hambre a toda esta Asamblea.
Allí pues el pueblo padeció sed por falta de agua, y murmuró el pueblo contra Moisés, y decía: ¿Por qué nos habéis hecho subir de Egipto, para matarnos de sed, a nosotros, y a nuestros hijos, y a nuestro ganado?
les dijeron: ¡Jehová os mire, y juzgue, porque nos habéis hecho odiosos a Faraón y a sus siervos, con el fin de poner espada en mano de ellos para matarnos!
sino por todo un mes, hasta que os salga por las narices y os cause asco; por cuanto habéis tratado con desprecio a Jehová que está en medio de vosotros; y habéis llorado delante de él, diciendo: ¿Para qué salimos de Egipto?
Y murmuraron contra Moisés y contra Aarón todos los hijos de Israel; y les decía toda la Congregación: ¡Ojalá hubiéramos muerto en la tierra de Egipto! u ¡ojalá hubiéramos muerto en este desierto!
¶Mas aconteció que al día siguiente toda la Congregación de los hijos de Israel murmuró contra Moisés y Aarón, diciendo: ¡Vosotros habéis muerto al pueblo de Jehová!
A este Moisés de quien habían renegado diciendo: ¿Quién te constituyo a ti príncipe y juez? a éste mismo envió Dios como príncipe y redentor, por medio del ángel que le apareció en la zarza.