Y cuando Faraón se iba acercando, los hijos de Israel alzaron los ojos, y ¡he aquí a los Egipcios que venían marchando en pos de ellos! Y temieron mucho, y clamaron los hijos de Israel a Jehová.
¶Y el Ángel de Jehová que iba delante del ejército de Israel, se apartó de allí y fué en pos de ellos; apartóse también la columna de nube de delante de ellos, y púsose tras de ellos.
Mi Dios ha enviado su ángel, y ha cerrado la boca de los leones, de modo que no me han hecho mal alguno; por lo mismo que delante de él la inocencia fué hallada en mí; asimismo delante de ti, oh rey, ningún mal he hecho.
Quiero pasar por tu tierra. No nos apartaremos del camino a los campos ni a las viñas, ni beberemos agua de ningún pozo: por el camino real iremos hasta que hayamos pasado tus términos.
¿O ha intentado dios alguno ir a tomar para sí una nación de en medio de otra nación, con pruebas, con señales, y con maravillas, y con guerra, y con mano fuerte, y con brazo extendido, y con terrores estupendos, como todo lo que Jehová tu Dios hizo por ti en Egipto, ante tus mismos ojos?
Y ALCANZABA la suerte de los hijos de la tribu de Judá, conforme a sus parentelas, hasta el confín de Edom; teniendo el desierto de Zin al sur, como extremo del término meridional.