y un hombre limpio tomará un hisopo, y mojándolo en el agua, la rociará sobre la tienda, y sobre todos sus muebles, y sobre todas las personas que estuvieren allí; y sobre aquel que hubiere tocado el hueso, o al hombre muerto, o al difunto, o la sepultura.
En seguida un hombre limpio recogerá las cenizas de la novilla, y las depositará fuera del campamento en un lugar limpio; y serán guardadas para la Congregación de los hijos de Israel, a fin de preparar aguas para la impureza: es ofrenda por el pecado.
en fin, toda cosa que aguanta el fuego, la haréis pasar por el fuego, y así quedará limpia, con tal que sea purificada con las aguas para la impureza; mas todo lo que no aguanta el fuego, lo haréis pasar por agua.
Porque si la sangre de machos de cabrío y de toros, y la ceniza de la novilla, rociada sobre los que han llegado ser inmundos, los santifica, para purificación de la carne;
porque el Cordero, que está en medio, delante del trono, los pastoreará, y los guiará a fuentes de agua de vida; y limpiará Dios de los ojos de ellos toda lágrima.