Entonces David edificó allí un altar a Jehová, y ofreció holocaustos y ofrendas pacíficas; con lo cual Jehová fué propicio a la tierra; y fué detenida la mortandad entre Israel.
En efecto, tomaron cada uno su incensario, y echaron en ellos fuego, y pusieron sobre ellos incienso, y estuvieron en pie a la entrada del Tabernáculo de Reunión, juntamente con Moisés y Aarón.
Tomólo entonces Aarón, como Moisés le había dicho, y corrió en medio de la Asamblea: y, he aquí, la mortandad había en efecto comenzado entre el pueblo: y echó incienso, y puso a cubierto al pueblo.
y para esperar a su Hijo, cuando venga de los cielos, a quien él resucitó de entre los muertos; es a saber, a Jesús, que nos liberta de la ira venidera.
Confesad pues vuestros pecados los unos a los otros, y orad los unos por los otros, para que seáis sanados. Mucho puede la suplica ferviente del hombre justo.