Lot pues salió y habló con sus yernos, que habían tomado sus hijas, y dijo: ¡Levantaos, salid de este lugar; que Jehová va a destruir esta ciudad! Mas era como quien se burla, en el parecer de sus yernos.
¶Entonces David alzó los ojos y vio al ángel de Jehová que estaba entre la tierra y el cielo, con una espada desenvainada en su mano, extendida sobre Jerusalem; y cayó David, juntamente con los ancianos, cubiertos de saco, sobre sus rostros.
Y habló Moisés a la Congregación, diciendo: Ruégoos que os alejéis de las tiendas de esos malos hombres, y no toquéis ninguna cosa de lo suyo, para que no seáis arrebatados con ellos en todos sus pecados.
Entonces se retiraron Moisés y Aarón de delante de la Asamblea a la entrada del Tabernáculo de Reunión, y cayeron sobre sus rostros; y la gloria de Jehová se les apareció.
Y pasando un poco más adelante, cayó sobre su rostro, y oró, diciendo: ¡Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa! mas no como yo quiero, sino como tú.