Lot pues salió y habló con sus yernos, que habían tomado sus hijas, y dijo: ¡Levantaos, salid de este lugar; que Jehová va a destruir esta ciudad! Mas era como quien se burla, en el parecer de sus yernos.
¿Por qué han de hablar los Egipcios, diciendo: Con malicia los sacó para matarlos en las montañas, y para destruirlos de sobre la faz de la tierra? ¡Vuélvete del ardor de tu ira, y arrepiéntete de este mal pensado contra tu pueblo!
Jehová también había dicho a Moisés: Di a los hijos de Israel: Vosotros sois un pueblo de dura cerviz; si por un momento me presentara en medio de ti, te consumiría. Ahora pues quita tus atavíos de sobre ti, para que yo sepa lo que tenga de hacer contigo.
En efecto, salió el ángel de Jehová, e hirió en el campamento de los Asirios ciento ochenta y cinco mil hombres; y cuando se levantaron por la mañana los que sobrevivieron, he aquí que todos ellos eran cuerpos muertos.
Entonces dijo Jehová a Moisés: Vuelve a poner la vara de Aarón delante del Arca del Testimonio, para guardarla como señal contra los hijos de rebelión; así concluirás con sus murmuraciones contra mí, para que no mueran.
¶Y oí otra voz procedente del cielo, que decía: Salid de ella, pueblo mío, para que no participéis en sus pecados, y para que no recibáis de sus plagas;