Y el pueblo mismo se hará vejámenes uno al otro, y cada cual contra su prójimo: el muchacho se portará con insolencia contra el anciano, y el vil contra el honorable.
¿Por ventura te parece poca cosa el que nos hayas hecho subir de una tierra que mana leche y miel, para hacernos morir en este desierto, para que quieras también hacerte señor absoluto de nosotros?
Sin embargo de lo cual, estos pecadores también, de la misma manera, alucinados con ensueños sensuales, ensucian la carne, y desprecian las potestades, y dicen injurias contra las dignidades.