Empero la persona que obrare con mano alzada, sea de los de vuestra nación, o sea de los extranjeros, ese tal es blasfemador de Jehová; y la tal persona será cortada de en medio de su pueblo.
Mas en cuanto al varón incircunciso, que no tuviere circuncidada la carne de su prepucio, el alma aquella será cortada de entre su pueblo; ha quebrantado mi pacto.
¶Por tanto, habla a la casa de Israel, oh hijo del hombre, y diles: Así dice Jehová el Señor: En esto también vuestros padres me han deshonrado, portándose deslealmente para conmigo.
Asimismo respecto del hombre que cometiere adulterio con la mujer de otro, repito, de aquel que cometiere adulterio con la mujer de su prójimo; serán muertos irremisiblemente tanto el adúltero como la adúltera.
también yo mismo pondré mi rostro contra el tal hombre para cortarle de entre su pueblo, por haber dado de su simiente a Moloc; por cuanto ha contaminado mi Santuario y ha profanado mi santo nombre.
Asimismo la persona que se volviere a los nigrománticos y a los adivinos, para ir fornicando en pos de ellos, yo pondré mi rostro contra la tal persona, y la cortaré de en medio de su pueblo.
Una misma ley tendréis para el natural entre los hijos de Israel, y para el extranjero que habita en medio de vosotros, en cuanto a aquel que pecare por ignorancia.
Mas el hombre que estuviere limpio, y no estuviere de camino, y sin embargo dejare de celebrar la Pascua, aquella persona será cortada de en medio de su pueblo; porque no presentó la oblación de Jehová en su tiempo señalado: aquel hombre llevará su pecado.
Y al que hablare palabra contra el Hijo del hombre, le podrá ser perdonado; pero al que hablare contra el Espíritu Santo, no le será perdonado, ni en este siglo, ni en el venidero.
si no fuera que temo la ira del enemigo; no sea que lo entiendan mal sus adversarios; no sea que digan: Nuestra mano es alta, y no es Jehová quien ha hecho todo esto.
¿de cuánto más severo castigo, pensáis, que será tenido por digno aquel que ha hollado bajo sus pies al Hijo de Dios, y ha estimado como inmunda la sangre del pacto con que había sido consagrado al servicio de Dios, y ha hecho ultraje al Espíritu de gracia?
especialmente a los que andan en pos de la carne, en la concupiscencia de inmundicia, y desprecian la potestad. Atrevidos son, audaces, que no temen decir injurias contra las dignidades:
¶Si alguno viere a su hermano cometer un pecado que no es para muerte, debe pedir, y Dios le dará vida; es decir a los que no pecan para muerte. Hay pecado que es para muerte; no respecto de éste digo que se ha de pedir.
Si pecare un hombre contra otro, Dios le juzgará; pero si contra Jehová pecare el hombre, ¿quién hará intercesión por él? Mas ellos no quisieron escuchar la voz de su padre; porque Jehová había resuelto matarlos.
Y por tanto he jurado acerca de la casa de Elí, que nunca jamás será espiada la iniquidad de la casa de Elí, ni con sacrificios ni con ofrendas vegetales.