¡Bendito sea Jehová tu Dios, el cual se ha complacido en ti para ponerte sobre el trono de Israel! En el amor perdurable de Jehová hacia Israel, él te ha constituído rey, para ejecutar juicio y justicia.
hasta que yo venga, y os lleve a otra tierra parecida a la vuestra, tierra de trigo y de vino, tierra de pan llevar y de viñas, tierra de olivos aceitunos y de miel; con lo cual viviréis y no moriréis. No escuchéis pues a Ezequías, porque quiere alucinaros, diciendo: ¡Jehová nos librará!
y he descendido para libertarle de la mano de los Egipcios, y para hacerle subir de aquella tierra a una tierra buena y espaciosa; tierra que mana leche y miel; al lugar del Cananeo, y del Heteo, y del Amorreo, y del Perezeo, y del Heveo, y del Jebuseo.
Ya no serás llamada Azuba, y tu tierra en adelante no será llamada Asolamiento; sino que serás llamada Héfzi-ba, y tu tierra, Beúla; porque Jehová se deleita en ti, y tu tierra será poseída.
¡Jehová tu Dios está en medio de ti; el que es poderoso te salvará: se regocijará sobre ti con alegría, descansará en su amor, y saltará de gozo sobre ti, cantando!
Ni tampoco nos has traído a una tierra que mana leche y miel; ni nos has dado posesiones de campos y de viñas. ¿Acaso quieres sacar los ojos a estos hombres? ¡No iremos!
Empero Jehová tuvo afecto a tus padres, para amarlos, y escogió su simiente después de ellos, a saber, vosotros, de entre todas las naciones, como hoy se ve.
Ahora bien, dame esta montaña de la cual habló Jehová en aquel día. Porque tú oíste decir en aquel día, que los Anaceos estaban allí, con ciudades grandes e inexpugnables. Jehová tal vez estará conmigo, de manera que yo pueda desposeerlos, como dijo Jehová.