Y multiplicaste sus hijos como las estrellas del cielo, y los introdujiste en la tierra acerca de la cual habías mandado a sus padres que entrasen a heredarla.
También les alcé mi mano en el desierto, jurando que no los traería a la tierra que les había dado, tierra que mana leche y miel (la más hermosa era de todas las tierras),
Y entre todos estos no había hombre alguno de los contados anteriormente por Moisés y el sacerdote Aarón, quienes contaron a los hijos de Israel en el desierto de Sinaí:
porque acerca de ellos había dicho Jehová: Morirán irremisiblemente en el desierto. En efecto, no quedó ni uno de ellos, salvo Caleb hijo de Jefone, y Josué hijo de Nun.
De seguro que aquellos hombres que subieron de Egipto, de edad de veinte años arriba, no verán la tierra que prometí con juramento a Abraham, a Isaac y a Jacob; porque no me han seguido cumplidamente;
Ved que pongo delante de vosotros la tierra; entrad, poseed la tierra que juró Jehová a vuestros padres, a Abraham, a Isaac y a Jacob, que se la daría a ellos y a su descendencia después de ellos.
Porque nosotros que hemos creído, entramos en el descanso prometido; así como Dios ha dicho: De manera que juré en mi ira: No entrarán en mi descanso; aunque las obras suyas fueron acabadas desde la fundación del mundo.