Dijo, pues, que los destruiría; y lo hiciera, si Moisés su escogido no se hubiera puesto a la brecha delante de él, a fin de volver atrás su ira, para que no los destruyese.
Y dijo Moisés a Faraón: Determina tú mismo para cuándo he de rogar por ti, y por tus siervos, y por tu pueblo, a fin de que las ranas sean quitadas de ti y de tus casas, y queden solamente en el río.
Confesad pues vuestros pecados los unos a los otros, y orad los unos por los otros, para que seáis sanados. Mucho puede la suplica ferviente del hombre justo.