y dijo al rey: ¡No me impute mi señor iniquidad, y no se acuerde de lo que hice perversamente en el día que mi señor el rey salió de Jerusalem, para que el rey haga caso de ello!
¶Mas el corazón de David le remordió después que hubo contado el pueblo. Y dijo David a Jehová: ¡He pecado gravemente en lo que acabo de hacer! ahora pues, oh Jehová, yo te ruego perdones la iniquidad de tu siervo; porque he obrado muy insensatamente.
Entonces respondió el rey al varón de Dios: Ruégote supliques el favor de Jehová tu Dios, y ora por mí, para que se me restituya mi mano. Aquel varón de Dios pues suplicó el favor de Jehová, y la mano del rey le fué restituída, y quedó como antes estaba.
Porque los ojos de Jehová recorren toda la tierra, para que él se muestre fuerte en pro de aquellos cuyos corazones son perfectos para con él. Tú te has portado insensatamente en esto; de aquí pues en adelante tendrás guerras.
y dijeron al profeta Jeremías: Rogámoste séate acepta nuestra petición, y ora por nosotros a Jehová nuestro Dios, es a saber, por todo este resto del pueblo; porque pocos hemos quedado de muchos que éramos, así como nos están viendo tus ojos;
He aquí, yo haré a los de la sinagoga de Satanás, a los que dicen que ellos son judíos, y no lo son, sino que mienten: he aquí, los haré que vengan y se postren ante tus pies, y sepan que yo te he amado.
¶Y dijo todo el pueblo a Samuel: Ruega a Jehová tu Dios por tus siervos para que no muramos; porque a todos nuestros pecados hemos añadido esta maldad de pedir para nosotros un rey.
Por tanto, Jehová el Dios de Israel dice así: Dije en verdad que tu casa, y la casa de tu padre andaría delante de mi rostro para siempre. Mas ahora, dice Jehová, ¡lejos sea esto de mí! porque a los que me honran yo los honraré, mas los que me desprecian serán tenidos en poco!