Y la nube se apartó de sobre el Tabernáculo; y ¡he aquí que María era leprosa, blanca como la nieve! Y Aarón volvió el rostro hacia María, y ¡he aquí que era leprosa!
Y Jehová hirió al rey, de manera que fué leproso hasta el día de su muerte, y habitaba en una enfermería; mientras tanto Joatam, hijo del rey, tenía el cargo del palacio, juzgando al pueblo de la tierra.
¶Había pues cuatro hombres leprosos a la entrada de la puerta de la ciudad, los cuales dijeron unos a otros: ¿Qué hacemos sentados aquí hasta que muramos?
Jehová entonces volvió a decirle: Mete la mano en tu seno. Y metiendo él la mano en su seno, la volvió a sacar; y he aquí que su mano estaba leprosa, blanca como la nieve.
Manda a los hijos de Israel que echen fuera del campamento a todo leproso, y a todo aquel que padece flujo, así como a todo contaminado por causa de muerto;