Pero buscarás de entre el pueblo hombres hábiles, temerosos de Dios, hombres de verdad, que aborrezcan la avaricia, a quienes pongas sobre ellos, por jefes de miles, jefes de cientos, jefes de cincuentenas y jefes de decenas.
que presentaron entonces sus ofrendas los príncipes de Israel, las cabezas de las casas paternas: ellos eran los príncipes de las tribus, los mismos que estaban encargados del alistamiento.
Tomé pues las cabezas de vuestras tribus, hombres sabios y conocidos, y los puse por caudillos vuestros, jefes de miles, jefes de centenas, jefes de cincuentenas, y jefes de decenas, y por magistrados de vuestras tribus.