sin embargo, en tus abundantes compasiones no los abandonaste en el desierto: la columna de nube no quitaste de sobre ellos de día, para conducirlos en el camino, ni la columna de fuego de noche, para alumbrarles en el camino que hubieron de andar.
Porque la nube de Jehová permanecía sobre la Habitación de día, y de noche había fuego en la nube, a la vista de toda la casa de Israel, en todas sus jornadas.