porque aun yo, siendo hombre subalterno, tengo saldados sujetos a mí; y digo a éste: Vé, y va; y al otro: Ven, y viene; y a mi siervo: Haz esto, y lo hace.
Siervos, obedeced en todo a los que según la carne son vuestros amos; no obedeciendo al ojo, como los que quieren agradar a los hombres, sino con sencillez de corazón, temiendo al Señor:
Porque también yo, siendo hombre subalterno, tengo soldados sujetos a mí; y digo a éste: ¡Vé! y va; y al otro: ¡Ven! y viene; y a mi siervo: ¡Haz esto! y lo hace.
Y todos se llenaron de asombro, de tal manera que cuestionaban entre sí, diciendo: ¿Qué cosa es ésta? ¿Qué nueva enseñanza? Porque aun a los espíritus inmundos manda con autoridad, y le obedecen.