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Referencias Cruzadas

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Mateo 8:3

Biblia Version Moderna (1929)

Y extendiendo la mano, le tocó, diciendo:  Quiero: sé limpio.  Y al instante su lepra fué limpiada.

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19 Referencias Cruzadas  

Y dijo Dios: Haya luz, y hubo luz.

Mas Naamán estalló en ira, y se fué, diciendo: ¡He aquí que yo pensaba que seguramente él hubiera salido a recibirme, y que, puesto de pie, hubiera invocado el nombre de Jehová su Dios; y que pasando su mano sobre la parte llagada, sanaría la lepra!

Con lo cual él descendió, y bañóse en el Jordán siete veces, conforme al dicho del varón de Dios, y se volvió su carne como la carne de un niño pequeño, y quedó limpio.

porque él dijo: ¡Sea! y fué; él mandó, y el mundo se presentó.

En seguida le dijo: Vuelve a meter la mano en tu seno. Él pues volvió a meter la mano en su seno; y al sacarla, hela aquí vuelta como lo demás de su carne.

Entonces dijo al hombre: !Extiende tu mano¡ Y él la extendió; y le fué restituída sana como la otra.

Y Jesús, compadecido, extendió la mano, y le tocó, y le dijo: Quiero, sé limpio.

Y habiendo despertado, reprendió al viento, y dijo a la mar: ¡Calla! ¡sosiégate! Y calmó el viento, y sucedió una grande bonanza.

Y tomándola de la mano, le dice: Talitha cumi; que traducido, quiere decir: Niña, a ti te digo, levántate.

y mirando hacia el cielo, gimió, y dijo: ¡Ephphatha! es decir: ¡Sé abierto!

Mas cuando vió Jesús que el pueblo se agolpaba corriendo, reprendió al espíritu inmundo, diciéndole: ¡Espíritu mudo y sordo, yo te mando que salgas de él, y no entres más en él!

Muchos leprosos también había en Israel en tiempo del profeta Eliseo; y ninguno de ellos fué limpiado, sino Naamán el siro.

Y extendiendo Jesús la mano, le tocó, diciendo: Quiero; sé limpio. Y al instante la lepra apartóse de él.

Y acercándose, tocó las andas; y los que le llevaban se pararon. Y dijo ¡Mancebo, yo te digo: Levántate!

Y habiendo dicho esto, clamó a gran voz: ¡Lázaro, ven fuera!

Si yo no hubiera hecho entre ellos obras cuales nadie las ha hecho jamás, no hubieran tenido pecado; ahora empero las han visto, y han odiado tanto a mí como a mi Padre.

Pues como el Padre levanta a los muertos y les da vida, así también el Hijo da vida a los que quiere.




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