¶No deis lo santo a los perros, ni echéis vuestras perlas delante de los cerdos; no sea que las rehuellen con sus pies, y volviéndose sobre vosotros, os despedacen.
El Señor entonces le respondió, y dijo: ¡Hipócritas! ¿cada uno de vosotros, no desata del pesebre su buey o su asno en el sábado, y los lleva a abrevar?
Y él les dijo: Sin duda me diréis este refrán: ¡Médico, cúrate a ti mismo! todo cuanto hemos oído que has hecho en Capernaum, hazlo también aquí en tu misma patria.
O ¿cómo puedes decir a tu hermano: Hermano, deja; echaré fuera la paja de tu ojo; cuando tú mismo no ves la viga que está en tu ojo? ¡Hipócrita! echa fuera primero de tu ojo la viga, y entonces verás claramente para echar fuera la paja que está en el ojo de tu hermano.