Mas era yo como un manso cordero que es llevado al matadero; y no sabía que contra mí tramaban enredos, diciendo: Destruyamos el árbol con su fruto, y cortémosle de la tierra de los vivientes, para que no haya más memoria de su nombre.
Mas si no me escuchareis para santificar el día del descanso, y para no llevar cargas, entrando por las puertas de Jerusalem en el día del descanso, encenderé un fuego en las puertas de ella, que devorará los palacios de Jerusalem; y no será apagado.
¶En seguida condujeron a Jesús desde Caifás al Pretorio: era temprano; y ellos no entraron dentro del Pretorio, por no contaminarse, sino que pudiesen comer la pascua.