Ellos, pues, habiendo oído al rey, se fueron; y he aquí la estrella que vieron en Oriente, iba delante de ellos, hasta que llegando, se paró sobre donde estaba el niño.
Y enviándolos a Bet-lehem, dijo: Id, y averiguad exactamente lo que haya acerca del niño; y cuando le hallareis, hacédmelo saber, de modo que yo también vaya y le tribute homenaje.
Y también tenemos, más firme, la palabra profética; a la cual hacéis bien en estar atentos, como a una lámpara que luce en un lugar tenebroso, hasta que el día esclarezca, y el lucero nazca en vuestros corazones;