Y viendo esto sus discípulos Santiago y Juan, dijeron: Señor, ¿quieres que mandemos que baje fuego del cielo, que los consuma, como también lo hizo Elías?
¶Entonces Abisai hijo de Sarvia dijo al rey: ¿Por qué ha de seguir este perro muerto maldiciendo a mi señor el rey? ¡Pasaré, con tu venia, y le quitaré la cabeza!
Entonces el rey llamó a los Gabaonitas, y les dijo; (es de saber que los Gabaonitas no eran de los hijos de Israel, sino un resto de los Amorreos; pero los hijos de Israel les habían jurado la paz; y con todo, procuró Saúl matarlos en su celo por los hijos de Israel y Judá):
Por lo cual envió el rey un capitán de cincuenta hombres con sus cincuenta; el cual subió a donde él estaba; pues he aquí que estaba sentado sobre la cumbre de un monte; y le dijo: Varón de Dios, el rey ha dicho: Desciende.
Pero Jehú no se cuidó de andar en la ley de Jehová, el Dios de Israel, con todo su corazón; no se apartó de los pecados de Jeroboam, el que hizo pecar a Israel.