David entonces respondió a Gad: Me veo en muy grande estrecho. ¡Ruégote caigamos en manos de Jehová; porque grandes son sus compasiones; mas no caiga yo en mano de los hombres!
¶Desde aquel tiempo comenzó Jesús a manifestar a sus discípulos que le era necesario ir a Jerusalem, y padecer muchas cosas de los ancianos, y de los jefes de los sacerdotes, y de los escribas, y ser muerto, y al tercer día ser resucitado.
Y comenzó a enseñarles que era menester que el Hijo del hombre padeciese muchas cosas, y fuese desechado por los ancianos, y los jefes de los sacerdotes, y los escribas, y que fuese muerto, y que resucitase después de tres días.
Porque enseñaba a sus discípulos, y les decía: El Hijo del hombre será entregado en manos de los hombres, y le matarán; y habiendo sido muerto, después de tres días resucitará.
¶Y Jesús, tomando aparte a los doce, les dijo: He aquí que vamos subiendo a Jerusalem, y serán cumplidas todas las cosas escritas por los profetas acerca del Hijo del hombre.
¶Y les dijo: Éstas son mis palabras, que os hablé, estando todavía con vosotros, que era necesario que se cumpliese todo lo que está escrito de mí en la Ley de Moisés, y en los Profetas, y en los Salmos.
diciendo: Es menester que el Hijo del hombre padezca muchas cosas, y sea desechado por los ancianos y los jefes de los sacerdotes y los escribas, y sea muerto, y que resucite al tercer día.
Mas estas cosas os he dicho, para que cuando llegue la hora, os acordéis de ellas, como que ya os las dije. Y estas cosas no os dije desde el principio, por cuanto yo estaba con vosotros.
Jesús le respondió: No tendrías potestad alguna contra mí, si no te hubiera sido dada de arriba: por esto el que me ha entregado a ti, tiene mayor pecado.