Biblia Todo Logo
Referencias Cruzadas

- Anuncios -




Lucas 9:41

Biblia Version Moderna (1929)

Jesús entonces respondiendo, dijo: ¡Oh generación incrédula y perversa! ¿hasta cuándo he de estar con vosotros y sufriros? ¡Trae acá a tu hijo l

Ver Capítulo Copiar

31 Referencias Cruzadas  

¶Mas aconteció que cuando Eliseo, el varón de Dios, supo que el rey de Israel había rasgado sus vestidos, envió al rey, diciendo: ¿Por qué has rasgado tus vestidos? Ruégote venga él a mí, y sabrá que hay profeta en Israel.

y no sean como sus padres, generación contumaz y rebelde, generación que no dispuso su corazón, y cuyo espíritu no fué leal para con Dios.

¶Por lo cual entraron Moisés y Aarón a donde estaba Faraón, y le dijeron: Así dice Jehová, el Dios de los Hebreos: ¿Hasta cuándo rehusarás humillarte delante de mí?  Deja ir a mi pueblo, para que ellos me sirvan.

Dijo pues Jehová a Moisés: ¿Hasta cuándo rehusaréis guardar mis mandamientos y mis leyes?

¡Lava tu corazón de maldad, oh Jerusalem, para que seas salva! ¿hasta cuándo se aposentarán tus malos pensamientos dentro de ti?

¶Jehová dijo entonces a Moisés: ¿Hasta cuándo me ha de tratar este pueblo con desprecio? ¿y hasta cuándo no creerán en mí, a pesar de todas las señales que he hecho en medio de él?

¿Hasta cuándo tengo de sufrir a esta Congregación perversa, que sigue murmurando contra mí? Yo he oído las murmuraciones que los hijos de Israel profieren contra mí.

¡Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os daré descanso!

Pero él respondiendo, les dijo: Una generación mala y adúltera busca solícitamente una señal; mas ninguna señal le será dada, sino la señal de Jonás el profeta.

Entonces va y toma consigo otros siete espíritus peores que él, y entrando, se establecen allí; y viene a ser peor el postrer estado de aquel hombre que el primero. Así también sucederá con esta mala generación.

Una generación mala y adúltera busca solícitamente una señal; y no le será dada señal alguna, sino la señal de Jonás. Y dejándolos, se fué.

Y Jesús respondiendo, dijo:  ¡Oh generación incrédula y perversa! ¿hasta cuándo he de estar con vosotros? ¿hasta cuándo os tengo de sufrir?  ¡Traédmele acá!

De cierto os digo, que todo esto vendrá sobre esta generación.

Mas cuando vió a muchos de los fariseos y saduceos que venían a su bautismo, les dijo:  ¡Raza de víboras!  ¿quién os enseñó a vosotros a huir de la ira venidera?

Y viendo esto Jesús, llenóse de indignación, y les dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo estorbéis; porque de los tales es el reino de Dios.

Y parándose Jesús, dijo: Llamadle. Llaman, pues, al ciego, diciéndole: Ten ánimo; levántate, que te llama.

Mas él, respondiendo, les dice: ¡Oh generación incrédula! ¿hasta cuándo he de estar con vosotros? ¿hasta cuándo os tengo que sufrir? Traédmele.

Entonces les dijo: ¿Dónde está vuestra fe? Mas ellos, llenos de pavor, se maravillaban, diciéndose unos a otros : ¿Quién, pues, es éste, que aun a los vientos y al agua los manda, y le obedecen?

Y rogué a tus discípulos que le echasen fuera; mas no han podido.

Pero en tanto que se acercaba el muchacho, el demonio le derribó, y arrojóle en convulsiones. Pero Jesús reprendió al espíritu inmundo, y sanó al muchacho; y sedo volvió a su padre.

Jesús le dice: Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, ¿y todavía no me conoces, Felipe? el que me ha visto a mí ha visto al Padre; ¿cómo pues dices tú: Muéstranos al Padre?

Dice entonces a Tomás: Llega acá tu dedo, y ve mis manos, y llega acá tu mano, y métela en mi costado: y no seas incrédulo, sino creyente.

Y por espacio de unos cuarenta años sufrió sus costumbres en el desierto.

Y con otras muchas palabras testificaba, y les exhortaba, diciendo: ¡Salvaos de esta generación perversa!

¿o desprecias la riqueza de su benignidad, y paciencia, y longanimidad, ignorando que la benignidad de Dios te conduce a arrepentimiento?

De hacer mal, a él no se le puede tachar; de sus hijos solamente es la mancha; ¡generación perversa y torcida!

Vemos pues que no pudieron entrar, a causa de incredulidad.

¶Esforcémonos pues para entrar en aquel descanso, no sea que alguno caiga, según el mismo ejemplo de incredulidad.

Porque se nos ha predicado a nosotros también la buena nueva, así como a ellos; pero a ellos no les aprovechó la palabra del mensaje, por no ir acompañada de fe en los que la oyeron.

Por lo cual también, puede salvar hasta lo sumo  a los que se acercan a Dios por medio de él, viviendo siempre para interceder por ellos.




Síguenos en:

Anuncios


Anuncios