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Referencias Cruzadas

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Lucas 9:11

Biblia Version Moderna (1929)

Y al saberlo las multitudes, le siguieron; y él las recibió, y les hablaba del reino de Dios, y sanaba a los que tenían necesidad de ser curados.

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21 Referencias Cruzadas  

EL Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, por cuanto Jehová me ha ungido para anunciar buenas nuevas a los mansos; me ha enviado para vendar a los quebrantados de corazón, para proclamar a los cautivos libertad, y a los aprisionados abertura de la cárcel;

¶Pero Jesús lo supo, y se apartó de allí; y le seguían grandes multitudes, y él sanó a todos los enfermos,

Y al salir Jesús vió una gran multitud de gente, y tuvo compasión de ellos, y sanó a sus enfermos.

¿Cuál de los dos hizo la voluntad del padre? Dicen ellos: El primero. Jesús les dice:  En verdad os digo, que los publicanos y las rameras os van delante al reino de Dios.

Por tanto os digo, que el reino de Dios será quitado de vosotros, y será dado a gente que produzca los frutos de él.

A los hambrientos los llena de bienes, y a los ricos los envía con las manos vacías.

Y respondiendo Jesús, les dijo: Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos:

Y ACONTECIÓ un poco después, que caminaba por todas las ciudades y aldeas, predicando, y proclamando las buenas nuevas del reino de Dios; y con él iban los doce,

Y él dijo: A vosotros os es dado conocer los misterios del reino de Dios; mas a los otros les hablo por parábolas; para que viendo no vean, y oyendo no entiendan.

¶Y habiendo regresado los apóstoles, le declararon cuantas cosas habían hecho. Y él tomándolos consigo, se retiró aparte a un lugar desierto, que pertenecía a una ciudad llamada Betsaida.

Mas el día comenzó a declinar; y llegándose los doce, le dijeron: Despide a la multitud, para que se vayan a las aldeas y los campos de alrededor, y se alberguen, y hallen vituallas; porque estamos aquí en un lugar desierto.

Y los envió a predicar el reino de Dios, y a sanar los enfermos.

Jesús les dice: Mi comida es hacer la voluntad de aquel que me envió, y acabar su obra.

Todo cuanto me da el Padre, a mí vendrá; y al que viene a mí, de ninguna manera le desecharé.

predicando el reino de Dios, y enseñando lo tocante al Señor Jesucristo, con toda confianza, sin que nadie se lo vedase.

¿Cómo pues invocarán a aquel en quien no han creído? y ¿cómo creerán en aquel de quien no han oído hablar? y ¿cómo oirán, sin predicador?

Por manera que la fe viene del oír, y el oír es por medio de la palabra de Dios.

Porque ni aun Cristo complacióse a sí mismo; antes bien, según está escrito: Los vituperios de los que te vituperaban cayeron sobre mí.

que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; reprende, censura, exhorta, con toda longanimidad y paciente enseñanza.

Lleguémonos pues confiadamente al trono de la gracia, para que alcancemos misericordia y hallemos gracia para ayudarnos en tiempo oportuno.




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