¶Vosotros sois la sal de la tierra: pero si la sal hubiere perdido su sabor, ¿con qué será ella misma salada? No sirve ya para nada, sino para ser echada fuera y hollada de los hombres.
Y éstos son aquellos de a lo largo del camino, en quienes la palabra es sembrada; mas cuando han oído, en seguida viene Satanás y se lleva la palabra que en ellos fué sembrada.
¶Y cuando se iba reuniendo una inmensa muchedumbre de pueblo, y las gentes de ciudad tras ciudad venían acudiendo a él, les habló por una parábola, diciendo: