Viendo pues la mujer que no se escondía, vino temblando, y postrándose delante de él, declaró en presencia de todo el pueblo por qué causa le había tocado, y cómo al instante había sido sanada.
Porque en cuanto a todas estas cosas, mi mano las hizo, y así existen todas estas cosas, dice Jehová: a este hombre empero miraré, a saber, al que es humilde y contrito de espíritu, y que tiembla ante mi palabra.
¡Oí, y conmoviéronse mis entrañas! a tal voz temblaron mis labios, entróse la podredumbre en mis huesos, y yo temblaba dentro de mi mismo, para que pudiese esperar descanso en el día de la aflicción: cuando viniere él al pueblo, lo invadirá con sus tropas.
Y su entrañable amor es todavía más abundante para con vosotros, al acordarse de la obediencia de todos vosotros, y de cómo le recibisteis con temor y temblor.
¶De manera que, amados míos, conforme habéis obedecido siempre, no sólo como en mi presencia, sino antes mucho más ahora en mi ausencia, llevad a cabo la obra de vuestra misma salvación, con temor y temblor;
Por lo cual, recibiendo nosotros un reino que no puede ser movido, tengamos gracia, por medio de la cual sirvamos a Dios, de un modo que le sea acepto, con reverencia y temor filial:
¶Hizo pues Samuel lo que le había dicho Jehová, y fué a Bet-lehem. Y saliéronle a recibir los ancianos de la ciudad temblorosos; y le dijeron: ¿Es pacífica tu venida?