Cuando alguno oye la palabra del reino, y no la entiende, viene el Maligno, y arrebata lo que fue sembrado en su corazón: éste es aquel que fué sembrado a lo largo del camino.
Por lo cual, poniendo aparte toda inmundicia, y todo exceso vicioso, recibid con mansedumbre la palabra implantada, la cual es poderosa para salvar vuestras almas.