Y a ella le dijo: Los pecados te son perdonados.
Y, he aquí, le trajeron un paralítico, echado en cama; y viendo Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Ten ánimo, hijo; tus pecados te son perdonados.
Pues ¿qué es más fácil, decir: Tus pecados te son perdonados; o decir: Levántate y anda?
Y viendo Jesús la fe de ellos, dice al paralítico: Hijo, tus pecados te son perdonados.
¿Qué es más fácil, decir al paralítico: Tus pecados son perdonados; o decirle: Levántate, y alza tu camilla y anda?
Y él, viendo la fe de ellos, dijo: Hombre, tus pecados te son perdonados.
¿Qué es más fácil, decir: Tus pecados te son perdonados, o decir: Levántate, y anda?
Por lo cual, a ti digo: ¡Perdonados son los muchos pecados de ella! pues que amó mucho; mas al que poco se perdona, poco ama.