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Referencias Cruzadas

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Lucas 7:2

Biblia Version Moderna (1929)

Y el siervo de cierto centurión, a quien éste estimaba mucho, estaba enfermo, y a punto de morir.

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24 Referencias Cruzadas  

y dijo: ¡Bendito sea Jehová, el Dios de mi señor Abraham, que no ha apartado su benevolencia y su fidelidad de mi señor! estando yo en el camino, guióme Jehová a la casa de los hermanos de mi señor.

Y murió Débora, nodriza de Rebeca, y fué enterrada al pie de la colina de Bet-el, debajo de una encina; la cual fué llamada Encina del llanto.

Si yo he andado con falsedad, y mi pie se ha apresurado tras el engaño;

Si alguno criare regaladamente a su siervo desde niño, éste a la postre querrá hacerse hijo suyo.

El centurión, pues, y los que con él hacían la guardia de Jesús, viendo el terremoto y las cosas que sucedieron, temieron en gran manera, diciendo: ¡Verdaderamente Hijo de Dios era éste!

Y cuando el centurión vió lo que había acontecido, dió gloria a Dios, diciendo: Ciertamente este hombre era justo.

Y DESPUÉS que Jesús hubo concluido todos sus dichos a oídos del pueblo, entró en Capernaum,

Y cuando el centurión oyó hablar de Jesús, envió a él los ancianos de los judíos, rogándole que viniese y sanase a su siervo.

porque tenía una hija única, como de doce años, que se estaba muriendo. Pero mientras iba Jesús, el tropel de gente le apretaba.

Y HABÍA cierto hombre en Cesarea, llamado Cornelio, centurión de la compañía llamada la Italiana,

Y cuando se fué el ángel que le hablaba, llamó a dos de sus domésticos, y a un soldado piadoso, de aquellos que le asistían de continuo;

Y oyendo esto el centurión, fué al tribuno, y se lo advirtió, diciendo: ¿Qué vas a hacer? porque este hombre es romano.

Pablo entonces, llamando a uno de los centuriones, dijo: Lleva a este joven al tribuno; porque tiene algo que decirle.

Y CUANDO se resolvió que hubiésemos de navegar para Italia, entregaron a Pablo y a ciertos otros presos a un centurión llamado Julio, de la compañía Augusta.

Y al otro día, aportamos a Sidón: y Julio, tratando a Pablo bondadosamente, le permitió ir a sus amigos, y recibir sus atenciones.

Mas el centurión, queriendo salvar a Pablo, les estorbó su intento; y mandó que los que podían nadar, se arrojasen los primeros y llegasen a tierra,

Siervos, obedeced en todo a los que según la carne son vuestros amos; no obedeciendo al ojo, como los que quieren agradar a los hombres, sino con sencillez de corazón, temiendo al Señor:




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