Y volviéndose a la casa los enviados, hallaron sano al siervo.
Entonces Jesús respondiendo, le dijo: ¡Oh mujer, grande es tu fe; sea hecho contigo como quieres! Y su hija quedó sana desde aquella hora.
Entonces dijo Jesús al centurión: Véte, y según creíste, sea hecho contigo. Y su criado quedó sano en aquella misma hora.
Jesús le dijo: ¡Si tú puedes! Todas las cosas son posibles al que cree.
¶Y aconteció al día siguiente, que iba Jesús a una ciudad llamada Naín; y le acompañaban sus discípulos y gran multitud de gente.
Y cuando Jesús oyó esto, maravillóse de él; y volviéndose al gentío que le seguía, dijo: Os digo, que ni aun en Israel he hallado fe tan grande.