Y aconteció que mientras algunas personas estaban enterrando a un hombre, he aquí que vieron una guerrilla; con lo cual echaron al hombre dentro del sepulcro de Eliseo; y el hombre fué rodando hasta tocar con los huesos de Eliseo, cuando revivió y se levantó sobre sus pies.
Y dondequiera que entraba, en aldeas, o en ciudades, o en los campos, ponían a los enfermos en las plazas, y le rogaban les permitiese tocar siquiera el borde de su vestido: y cuantos le tocaron, quedaron sanos.
¶Y aconteció en uno de aquellos días, que estaba enseñando, y había allí sentados fariseos y doctores de la ley, que habían venido de todas las aldeas de Galilea, de Judea, y de Jerusalem: y el poder del Señor estaba presente con él, para sanar a los enfermos.
de tal manera que de sobre su cuerpo se les llevaron a los enfermos pañuelos y delantales; con lo cual se apartaron de ellos las enfermedades, y salieron los espíritus malignos.
¶Vosotros, al contrario, sois una raza escogida, un sacerdocio real, nación santa, pueblo de posesión exclusiva; a fin de que manifestéis las excelencias de aquel que os ha llamado de las tinieblas a su luz maravillosa;