Y le condujo a Jerusalem, y le puso sobre la almena del Templo, y le dijo: Si Hijo eres de Dios, échate de aquí abajo:
y el Pórtico que estaba delante de la Casa (siendo la longitud correspondiente al ancho de la Casa) veinte codos, y su altura ciento y veinte; y lo cubrió por dentro de oro puro.
Dijo pues Jehová a Satanás: He aquí que él está en tu mano; mas guarda su vida.
Y, he aquí, clamaron, diciendo: ¿Qué tenemos nosotros que ver contigo, oh Hijo de Dios? ¿viniste acá para atormentarnos antes de tiempo?
porque escrito está: A sus ángeles dará encargo acerca de ti, que te guarden;
Y el diablo le dijo: Si Hijo eres de Dios, di a esta piedra que se haga pan.
que fué declarado ser Hijo de Dios, con poder, según el espíritu de santidad, por su resurrección de entre los muertos,)