Y cuando hubo acabado toda suerte de tentación, el diablo se apartó de él por algún tiempo.
Entonces le dejó el diablo; y he aquí, ángeles vinieron y le servían.
Y respondiendo, le dijo Jesús: Dicho está: No tentarás al Señor tu Dios.
¶Y Jesús volvió en el poder del Espíritu a Galilea; y salió su fama por toda aquella tierra en derredor.
De ahora en adelante no hablaré mucho con vosotros; porque viene el príncipe de este mundo, y él nada tiene en mí:
Porque no tenemos un sumo sacerdote que sea incapaz de compadecerse de nuestras flaquezas, sino uno que ha sido tentado en todo punto, así como nosotros, mas sin pecado.
¡Someteos pues a Dios; mas resistid al diablo, y huirá de vosotros!