éste, acudiendo a Pilato, pidió para sí el cuerpo de Jesús.
(él no había consentido en el consejo ni en la obra de los demás), de Arimatea, ciudad de los Judíos, el cual también esperaba el reino de Dios;
Y bajándole, le envolvió en un lienzo; y le puso en un sepulcro labrado a pico en una peña, en el cual nadie había sido puesto todavía.