También todos sus conocidos, y las mujeres que le habían acompañado desde Galilea, se estaban de pie a lo lejos, mirando estas cosas.
A mis hermanos los ha alejado de mí, y mis conocidos se me han hecho del todo extraños.
¡Mira a mi diestra y ve; pues no hay quien me quiera conocer! ¡refugio me falta! ¡no hay quien se cuide de mi alma!
Mis amigos y mis compañeros se mantienen lejos de mi herida, y mis allegados se han alejado.
Has alejado de mí al amigo y al compañero, y a mis conocidos has puesto en tinieblas.
Y estaban allí María Magdalena y la otra María, sentadas enfrente del sepulcro.
Y María Magdalena, y María madre de José estaban mirando dónde fué puesto.
Y le seguía una inmensa muchedumbre del pueblo, y de mujeres que le plañían y lamentaban.
Y las mujeres que le habían acompañado desde Galilea, siguiendo tras ellos, vieron el sepulcro, y cómo fué puesto el cuerpo.
y ciertas mujeres que habían sido sanadas por él de espíritus malignos, y de enfermedades; como María, que se llamaba Magdalena, de quien habían salido siete demonios;