¶Y era ya como la hora de sexta; y hubo tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora de nona.
Envió tinieblas, y lo obscureció todo: y no fueron ellos rebeldes a su palabra.
el sol se volverá en tinieblas y la luna en sangre, antes que venga aquel grande y, espantoso día de Jehová:
¡Ay de aquellos que desean que venga el día de Jehová! ¿Para qué deseáis para vosotros el día de Jehová? Día de tinieblas será, y no de luz:
Y sucederá que en aquel día, dice Jehová el Señor, haré que se ponga el sol al mediodía, y en claro día entenebreceré la tierra.
¶Y desde la hora de sexta hubo tinieblas sobre toda la tierra, hasta la hora de nona.
y los sepulcros se abrieron; y muchos cuerpos de santos, que habían dormido, resucitaron;
Y cuando el centurión, que estaba enfrente de él, vió que expiró de esta manera, dijo: ¡Verdaderamente este hombre era Hijo de Dios!
Y era la Preparación de la Pascua, y cerca de la hora de sexta. Y dijo a los judíos: ¡He aquí a vuestro rey!
el sol se tornará en tinieblas, y la luna en sangre, antes que venga el día del Señor, ese día grande e ilustre.