Y después de todo lo que nos ha sobrevenido, a causa de nuestras malas obras y de nuestro gran delito, visto que tú, oh Dios nuestro, nos has castigado menos de lo que nuestras iniquidades han merecido, y nos has dado salvamento como este,
Luego levantándose en su puesto, leyeron en el Libro de la Ley de Jehová su Dios la cuarta parte del día, y otra cuarta parte la pasaron haciendo confesión, y adorando a Jehová su Dios.
Oré pues a Jehová mi Dios, e hice confesión, diciendo: ¶¡Ah! Yo te ruego, ¡oh Señor, Dios grande y temible, guardador del.pacto y de la misericordia prometida, para con los que te aman y guardan tus mandamientos!
Y estando él sentado en el tribunal, su mujer le envió recado, diciendo: Nada tengas que ver con ese justo; porque he padecido muchas cosas hoy en sueños a causa de él.
¶Viendo, pues, Pilato que nada adelantaba, sino se iba haciendo un tumulto, tomó agua, y lavóse las manos en presencia del pueblo, diciendo: Inocente soy yo de la sangre de este justo; veréislo vosotros.
El centurión, pues, y los que con él hacían la guardia de Jesús, viendo el terremoto y las cosas que sucedieron, temieron en gran manera, diciendo: ¡Verdaderamente Hijo de Dios era éste!