Mas ellos clamaron a gritos: iCrucifícale! ¡crucifícale!
Y ellos volvieron a gritar: ¡Crucifícale!
Y Pilato volvió a hablarles, deseando soltar a Jesús.
Él entonces les dijo por tercera vez: Pues ¿qué mal ha hecho? ¡Ninguna cosa digna de muerte he hallado en él; le castigaré, pues, y le soltaré!
Mas ellos insistían a grandes voces, pidiendo que fuese crucificado: y las voces de ellos y de los jefes de los sacerdotes prevalecieron.
Mas ellos gritaron: ¡Quítale, quítale! ¡crucifícale! Pilato les dice: ¿A vuestro rey tengo de crucificar? Respondieron los jefes de los sacerdotes: ¡No tenemos más rey que César!
Y aunque no hallaron causa de muerte en él, pidieron a Pilato que fuese muerto.