¡Despiértate, despiértate! ¡ponte en pie, oh Jerusalem, tú que has bebido, de la mano de Jehová, la copa de su ardiente ira! has bebido la honda y anchurosa copa de vértigo, y has apurado las heces.
Así dice Jehová, el Señor tuyo, y tu Dios que defiende la causa de su pueblo: He aquí que he quitado de tu mano la copa de vértigo, la honda y anchurosa copa de mi ardiente ira; tú no la volverás más a beber;
¶Porque así me dice Jehová, el Dios de Israel: Toma de mi mano esta copa del vino de mi ardiente indignación, y haz que beban de ella todas las naciones a quienes yo te envío:
¶En aquel tiempo, Jesús respondiendo, dijo: ¡Gracias te doy, oh Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos, y las has revelado a los niños!
Y pasando un poco más adelante, cayó sobre su rostro, y oró, diciendo: ¡Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa! mas no como yo quiero, sino como tú.