Entonces dirá el Rey a los que estarán a su derecha: ¡Venid, benditos de mi Padre, poseed el reino destinado para vosotros desde la fundación del mundo!
Y todo aquel que lucha en la palestra, es templado en todas las cosas. Ellos en verdad lo hacen para ganar una corona corruptible, mas nosotros, una corona incorruptible.
Y nuestra esperanza en lo tocante a vosotros es firme; sabiendo que, así como sois participantes en los padecimientos, así también lo seréis en la consolación.
Escuchad, amados hermanos míos: ¿No ha escogido Dios a los que son pobres en cuanto al mundo, para que sean ricos en fe, y herederos del reino que tiene prometido a los que le aman?