El pueblo empero dijo a Saúl: ¿Conque Jonatán ha de morir, el que ha obrado esta tan grande salvación en Israel? ¡No lo permita Dios! ¡Vive Jehová, que no caerá a tierra ni un cabello de su cabeza, pues con Dios ha obrado hoy! Rescató pues el pueblo a Jonatán, de manera que no murió.