Porque David mismo dice en el libro de los Salmos: Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi diestra,
JEHOVÁ dijo a mi Señor: ¡Siéntate a mi diestra, hasta tanto que ponga a tus enemigos por escabel de tus pies!
hasta tanto que yo ponga a tus enemigos por escabel de tus pies.
¶Y les dijo: Éstas son mis palabras, que os hablé, estando todavía con vosotros, que era necesario que se cumpliese todo lo que está escrito de mí en la Ley de Moisés, y en los Profetas, y en los Salmos.
Porque está escrito en el libro de los Salmos: Quede desierta su habitación, y no haya quien more en ella. y Tome otro su oficio.
Porque es menester que él reine, hasta que ponga a sus enemigos debajo de sus pies.
Pero ¿a cuál de los ángeles ha dicho él jamás: Siéntate a mi diestra hasta que yo ponga a tus enemigos debajo de tus pies?
Por lo cual, así como dice el Espíritu Santo: Hoy, si oyereis su voz,