Y volvió a enviar otro tercero: y a éste también le hirieron, y le echaron fuera.
Luego dijo a otro: Y tú, ¿cuánto debes? Y él dijo: Cien coros de trigo. Dijo a éste: Toma tu obligación, y escribe ochenta.
Y volvió a enviar otro siervo: mas a éste también le apalearon y afrentaron, y le enviaron con las manos vacías.
Dijo entonces el señor de la viña: ¿Qué haré? Enviaré a mi amado hijo; quizá le tendrán respeto a él.