Acuérdome de estas cosas, y derramo mi alma dentro de mí; de cómo yo solía pasar adelante con el gentío, caminando con ellos a la Casa de Dios, con voz de alegría y de alabanza; entre la festiva gente.
Pues caminarán muchos pueblos, diciendo: ¡Venid, y subamos al monte de Jehová, a la Casa del Dios de Jacob! y él nos enseñará en cuanto a sus caminos, y nosotros andaremos en sus senderos; porque de Sión saldrá la ley, y de Jerusalem la palabra de Jehová.