Y habiéndose cumplido los días, al volver ellos, el niño Jesús se quedó atrás en Jerusalem, sin que sus padres lo supiesen.
¶Entonces Amasías rey de Judá tomó consejo, y envió mensajeros a Joás hijo de Joacaz, hijo de Jehú, rey de Israel, diciendo: ¡Ven, veámonos las caras!
Siete días comeréis panes ázimos. Ciertamente en el día primero apartaréis de vuestras casas la levadura; pues cualquiera que comiere pan fermentado desde el día primero hasta el día séptimo, aquella alma será cortada de en medio de Israel.
Y cuando él llegó a ser de doce años, subieron conforme a la costumbre de la fiesta.
Pensando pues que estaba entre la compañía, anduvieron camino de un día; y le buscaban entre los parientes y los conocidos.