Y se volvieron los pastores, glorificando y alabando a Dios por todas las cosas que habían oído y visto, así como les fué dicho.
¡Bendito sea Jehová, el Dios de Israel, desde la eternidad y hasta la eternidad! y diga todo el pueblo: ¡Amén! ¡Aleluya!
¡Alaben ellos la misericordia de Jehová, y sus maravillas para con los hijos de los hombres!
¡Alaben ellos la misericordia de Jehová, y sus maravillas para con los hijos de los hombres;
Los mansos también aumentarán su gozo en Jehová, y los más desdichados de los hombres se regocijarán en el Santo de Israel.
Y viéndolo las gentes, quedaron asombradas, y glorificaron a Dios, que había dado tal potestad a los hombres
y pregonaba, diciendo: Viene en pos de mí el que es más poderoso que yo, a quien no soy digno de inclinarme y desatar la correa de sus zapatos.
Y al instante recibió la vista, y le seguía, glorificando a Dios. Y todo el pueblo, viendo esto, dió alabanza a Dios.
Al oír ellos estas cosas, callaron, y glorificaron a Dios, diciendo: Luego a los gentiles también les ha concedido Dios arrepentimiento para vida.