Y dijo a los que estaban presentes: Quitadle la mina, y dadla al que tiene las diez minas:
Pero Dios le dijo: ¡Insensato! esta noche tu alma te será demandada; y lo que has prevenido ¿de quién será?
Y habiéndole llamado, le dijo ¿Qué es esto que oigo decir de ti? da cuenta de tu mayordomía; porque ya no podrás ser mayordomo.
Y habiendo llamado diez siervos de los suyos, les dió diez minas, y les dijo: Negociad con esto hasta que yo venga.
¿por qué, pues, no diste mi dinero al banco, para que en viniendo yo, lo demandara con el logro?
(y ellos dijeron: ¡Señor, ya tiene diez minas!)