¶Y dijo el Señor: Oíd lo que dice el juez injusto.
de modo que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos; pues él hace que su sol se levante sobre malos y buenos, y hace llover sobre justos e injustos.
Y viéndola el Señor, tuvo compasión de ella, y le dijo: ¡No llores!
Juan entonces, llamando a sí a dos de sus discípulos, los envió al Señor, diciendo: ¿Eres tú aquel que había de venir, o debemos esperar a otro?
¿no sois parciales entre vosotros mismos, y habéis venido a ser jueces poseídos de pensamientos malos?